Un niño les dejó a sus amigos una nota con la contraseña de su celular y dos nombres; luego se tiró a las vías del tren.
Sam Connor, de 14 años, se suicidó frente a sus 50 compañeros de una escuela católica, quienes observaron horrorizados el hecho que tuvo lugar en Chertsey, Surrey (Inglaterra).
El menor tenía antecedentes de haber padecido bullying tanto en la escuela como en internet, aseguró el padre, quien decidió permanecer en el anonimato. “Había claramente una cultura de bullying en la escuela”, declaró. “No debería ser necesario que un niño muera para darse cuenta”.
DIRECTOR ESCUELA NIEGA PROBLEMA
Por su parte, el director de la escuela a la que asistía Sam, James Kibble, asegura que el suicidio del niño no está relacionado con un problema de bullying.
“Deberían saber que la Policía y las autoridades locales actualmente conducen investigaciones separadas y estamos seguros de que el bullying no será un problema cuando los reportes sean publicados”, señaló.
¿BROMA PESADA?
Otros testigos de la situación aseguran que fue una broma pesada que “salió mal”.
Mientras tanto, las autoridades esperan que los datos que contiene el celular de Sam permitan esclarecer los hechos.
